Mis niños

El amor se riega todos los días

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En el nirvana, El séptimo cielo, Heard & McDonald Islands
RÍE. LLORA. AMA. VIVE. Republicana, progresista y romántica por excelencia. Fuerte sentimiento de la justicia. Divino desastre pálido y frío. Creo en el destino, en la educación al pueblo y en el cambio. "Sapere aude."

domingo, 19 de diciembre de 2010

Recordar eternidades.







Cada paso que daba para Anouk era como rozar la eternidad, Teo se daba cuenta de que le costaba caminar, ya fuera por sueño o por el vómito de hace unos minutos.
Anouk ya sabía lo suficiente sobre la vida de Teo como para estar enomarada de él. Siempre le había tenido miedo al amor, a equivocarse, al igual que Teo habían sufrido malas experiencias.




Hace ya un tiempo, fue a un viaje de estudios a Liverpool. Siempre ha sido una enamorada de los Beatles y ya que estaba en allí fue a visitar la taberna. Era maravilloso, sus ojos podían reflejar las maravillas que contemplaba.
Flavio estaba allí con su amigo por obligación, le gustaba mucho más la música de Metallica que aquello. No puedo evitar fijarse en Anouk, era especial, desprendía una energía magnética que era demasiado intensa, no buscaba ninguna relación en ella, no tenía la intención de llevarsela a la cama, solo conocerla, solo eso.
Demasiado extrovertido era él, se acercó si ningún motivo a preguntarle su nombre, sus ganas de conocerse, no importaba de que país fuera, el inglés era un idioma que todo el mundo tenía la capacidad de aprender. Por su suerte, Anouk era canadiense, así que no tuvieron problema alguno al hablar.


Con el tiempo Anouk le hacía visitas, se llamaban, se escribían correos electrónicos. Flavio era muy, muy dulce, la quería muchísimo pero seguía deseando nada más en ella que una amistad. Aún así Flavio la adoraba, no había minuto en el que no dijera te quiero, poco a poco se ganó el corazón de Anouk. Estaba completamente enamorada de aquel chaval. De tal manera que las últimas veces que se veían temblaban.


En su última quedada, Anouk se plantó frente a él sujetándole los brazos con demasiado fuerza, no quería dejarle escapar. Pero se confió tanto de él... De la boca de Flavio solo salían palabras dulces para cualquier mujer, pero con Anouk había llegado demasiado lejos, se le había escapado de las manos, se dejó llevar por aquella energía que le rodeaba en el interior de su alma.


El rechazo de Flavio supuso para Anouk un rechazo total en los hombres, había tenido tanto miedo, tantas posibilidades, le había dejado escapar... Tomo la decisión de no volver a verle así pues su corazón curaría heridas.


Flavio la echaba muchísimo de menos, era su pequeña y vulnerable Anouk (N.A: Como la de todos los hombres que la conocían). Y su corazón pedía verla, necesitaba ir hacia donde estuviera ella, y no tardaría mucho en hacerlo.

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