Mis niños

El amor se riega todos los días

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En el nirvana, El séptimo cielo, Heard & McDonald Islands
RÍE. LLORA. AMA. VIVE. Republicana, progresista y romántica por excelencia. Fuerte sentimiento de la justicia. Divino desastre pálido y frío. Creo en el destino, en la educación al pueblo y en el cambio. "Sapere aude."

lunes, 25 de julio de 2011

El último pensamiento acompañado de una canción.

Hacía ya días que lo único que se oía a través de la puerta del piso de Marcos, éra su guitarra y cuando el sonido cesaba, se escuchaban los gemidos de María.
No podían recodar desde cuando fue la última vez que comieron caliente. Cada día María servía una lata de guisantes con unas cuantas copas de vino. Quizás algún extrañado domingo, habría pan con queso desecho.

El primer día de otoño, aún hacía calor. Cuando Marcos se despertó olía a café y tostadas. No es que fuera sorprendente el olor caliente que recorrió, si no lo guapa que estaba María, o eso pensó él. Quizás tenía un distorsión de la realidad, después de toda una noche drogandose. Se sentó, y encendió un cigarro.
-Oye Marcos –dijo María al girarse, con la taza de café en la mano. Notaba los ojos enrojecidos de Marcos, y eso le dolía. Le dejaba escapar cada día que pasaba.- ¿Has compuesto algo nuevo?
-…
-¿Marcos…? Has tenido toda la noche, tendrás algo nuevo, me imagino.
-¿Te acuerdas de mi última gira en Londres?  Conocí a una chica, asiática. Le di mi número, vino a mi habitación, echamos unos cuantos polvos y la prometí que volvería a llamarla. ¿Sabes? No lo hice, y quizás tuve con ella los mejores polvos de mi vida. Pero no la llamé, la destrocé… y bueno, pensé en escribirle una canción pidiéndole perdón.
- ¿Toda la noche para eso…?
-No lo conseguí, le falta… bueno, creo que le falta sinceridad. Siempre sospeché que la vida era una pérdida de tiempo, y ayer me lo confirmé.

María cogió su bolso, e hizo el gesto de largarse. Al girar el pomo, sintió como una mano sujetaba su muñeca.
-Escúchame María. Sabes tan bien como yo, el poco tiempo que me queda aquí. Por favor, cuando me muera, espero que mi muerte transmita buenas opiniones. Y que cuando muera, vuelvas, recojas tus cosas y mi última canción.
-¿Soy más importante que la chica asiática?
-María te quiero, vayas a donde vayas estaré contigo, pase lo que tenga que pasar.

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