Mis niños

El amor se riega todos los días

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En el nirvana, El séptimo cielo, Heard & McDonald Islands
RÍE. LLORA. AMA. VIVE. Republicana, progresista y romántica por excelencia. Fuerte sentimiento de la justicia. Divino desastre pálido y frío. Creo en el destino, en la educación al pueblo y en el cambio. "Sapere aude."

domingo, 28 de agosto de 2011

Caja de recuerdos.

-Por favor, no te desnudes delante de mi- le dijo Samu la vez que estuvo con una fiebre altísima- o no podrás ir al examen.
Ni si quiera se dio cuenta de que él podía observarla, se había acostumbrado a él de la manera perfecta.
-¿Quieres que vuelva esta noche?- preguntó Hanna pícaramente.
-Más, por favor.
Comenzaron a reírse juntos como de costumbre.

Ahora deseaba, y odiaba desearlo, que Samu también estuviera muerto. Quizás si estuviera junto a él... Sabría que tendría que hacer. Lo único que hacía era recordar cosas buenas de su vida junto a él mientras se sentía un personaje de entre fantasmas.
Escuchar la respiración de Evannte, mirar fotos de las dos, de Myles o leer las novelas románticas de las que Evante se había enamorado hace años.
Quería salir, saber si habría más fantasmas como ella... Ver... Si Samu seguía enamorado de ella. La idea de que quiera a otra le hacía un nudo en el estómago. Sin que el supiera que ella seguía en tierra. Poder abrazarle cada noche, regalándole calor humano.
Si aquella noche... Si no hubieran discutido por una chiquillida... Quién sabría si seguiría viva.

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