regaló su tiempo como psicólogo y bibliotecario. Ruffy no puedo evitar recordar la primera vez que Cherut le demostró todo su amor. Cuando salía con Toni.
Estaba sentada en el borde de la cama que ahora visitaba continuamente, esperando al té con galletas que trajo Cherut al poco rato.
Colocó sus manos en los hombros de Ruffy, acercando lentamente sus labios a la diminuta oreja.
-Déjame intentarlo- soltó en voz baja mientras le bajaba la diminuta tira del peto vaquero.
-Pero Toni...-dijo titubeando.
Cherut la interrumpió silenciándola con sus dedos. La abrazó cuidadosamente hasta tirarla en la cama del mismo modo. Atrapando las caderas de Ruffy entre sus manos.
-¡No voy a hacerlo ahora!-sollozó.
-Pero nena, ¿eres feliz con Toni?
No contestó, los dos lo sabían. En verano siempre la dejaba para acostarse con otras chicas, incluso cuando no era verano. Y cuando ella le entregó su virginidad, él la utilizó, la destrozó, la humillo... se llevo una parta de ella. Cherut antes de conocerla lo sabía, ya la había visto llorar varias veces en la biblioteca.
Cuando pararon de discutir, estaba solo puesta con su sujetador violeta, apunto de que Cherut se lo desabrochara.
-¡NO!-le paró sujetando sus manos fuertemente- Toni y sus amigos se ríen de mí porque tengo los pechos pequeños.
Cherut se rió pícaramente al dejar sus pechos desnudos.
-Tienen la justa medida para que quepa la mano de un hombre,por ejemplo, la mía.-volvió a sonreír- Y yo no tengo una mano pequeña.
Ruffy le sonrió, por primera vez se sentía apreciada por un hombre. Un escalofrío inmediato recorrió el cuerpo desnudo de Ruffy al sentir aquel soplido en su oreja. Cherut era su hombre ideal ¡y qué hombre! Con aquellas espaldas inmesamente anchas y sus músculos, tenía tantos que Ruffy nunca pensé que hubiera músculos en semejantes lugares.
-Y cariño, yo te puedo hacer feliz, muy, muy feliz- le dijo muy en secreto.
Y desde entonces hasta ahora se dejó amar infinitas veces por él.
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