Enamórate de ella que no tenga ojos, ni boca, ni piel, ni ser, para nadie más, alguien de quien seas su mundo entero y ¿por qué no? Su vida. Sonará exagerado, pero créelo cuando diga que por ti moriría. Comienzo a pensar que lloraría mares si después la olvidases, así que no lo permitas. Qué diluvio nos esperaría. Lo mejor será que ella te dará la razón porque no querrá pelear contigo, no tendría sentido. Además será un cuento de hadas, ella la frágil princesa y tú el príncipe azul o de cualquier color desteñido, el héroe que la salva de los temibles monstruos que al final es su reflejo mismo. Sí, vamos, enamórate de ella porque siempre querrá verse perfecta para ti, buscará mil formas para serlo, aunque se vuelva artificial con ello. Llámala musa si es preciso, fuente de tu inspiración, pero lo más importante, haz que lo crea. Se engañarán pensando que son tal para cual, siendo tan opuestos que ni sus polos se atraerán… Ya verás como las cosas irán mejor. Ella te jurará amor eterno, de ese que acaba en un tiempo pero no te importe, disfruta el momento. Enamórate de ella, no importa quién sea, de ella cualquiera se enamoraría. Pero si tú no eres cualquiera, entonces espera.
Si decides ver lo que nadie quiso ver por su simpleza y sencillez. Aún quedará alguien más, sí, aquella quien mira al infinito o lee tal vez un libro. No creas que te dirá de un día para otro un “Te amo” porque no será en vano, le resulta odioso repetirlo cien mil veces, es quien cree que una vez es suficiente. No tendrá nada que darte, todo lo que tiene es ella.
Querrá vivir. Para ella no serás su mundo, ella compartirá el suyo contigo. No esperes que te dé la razón en todo, apreciará tus diferencias y la atarán a ti como no tienes idea. Tampoco moriría por ti, moriría contigo. Ella en cambio, te haría llorar pero de excelsa felicidad, igualmente te ayudaría a sobrellevar las penas como las alegrías. Sabe además a la perfección que no hay cuentos de hadas, suelen ser tragedias.
No esperes que quiera verse perfecta y superficial. Es la más extraordinaria, no necesita estereotipos de perfección, es feliz con la simpleza de perder la entereza. Puede que no la llames musa, puede que no sea jamás poesía, será entonces la poetiza. Ella no te jurará amor eterno porque tal eternidad no está en sus manos, sin embargo su efímera existencia te la dedicará cuanto pueda. No necesita palabras insensatas y mucho menos juramentos que nadie valida o hace ciertos, que son sólo eso: Palabras. Enamórate de ella, pero si tú no eres cualquiera… Espera: Te he esperado…
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