Cuando una mujer ama, cuando amo y cuando decido amar a un hombre, no hay torreón que no derribe, ni palabras exactas para explicar qué necesito exactamente, ni consideración moral que no esté dispuesta a pasarme por el fundamento....
Valdría decir que no quiero volar si tú no eres el aire, que siempre puedes romper mi corazón por una moneda y yo te daría la moneda, que no quiero que te vayas nunca más.... Pero me es más idóneo decirte que estaba encerrada en mi propio mundo. Me acostumbré a pasear sola, ser amiga de la soledad y mientras, empezabas a entrar en mi cuarto. Y fue entonces que cuando me sentía más sola era cuando entraba en mi cuarto y no estabas tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario