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El amor se riega todos los días

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En el nirvana, El séptimo cielo, Heard & McDonald Islands
RÍE. LLORA. AMA. VIVE. Republicana, progresista y romántica por excelencia. Fuerte sentimiento de la justicia. Divino desastre pálido y frío. Creo en el destino, en la educación al pueblo y en el cambio. "Sapere aude."

miércoles, 22 de diciembre de 2010

¿Y tú no sientes envidia?

Llevaban por lo menos media hora sin decir nada, mirando por la ventana como la gente pasaba. Anouk se fijaba en una persona durante un tiempo, aparentaban ser todos felices. Pasó una mujer fuerte, esbelta, hermosa. Anouk empezó a imaginarse su vida; no tendría problemas en el trabajo, sería respetada y honrada, con un buen marido y un par de hijos. Aunque quizás esas cosas felices no llenen su alma, estará buscando un contacto con Dios o con algo espiritual y solo puede contactar con ello a través del suicidio.


Hugo siempre quiso mantener con los ojos bien abiertos a Anouk, o era lo que ella pensaba, solía pensar que en su vida, la mayoría de las cosas eran realidades imaginarias para poder manterse viva.
Su mirada estaba llena de bastante confusión algo que Hugo no pudo dejar pasar. Llevaban años sin darse un abrazo en condiciones. Siempre que Hugo hacía algo cariñoso con su amiga, Damara le echaba la culpa a ella, era su chico y de nadie más.
Y ahora él estaba arrepentido de no haberle dejado las cosas claras, y ahora Anouk caminaba sola por sus mundos, que por muy bien que la conociera sus pensamientos cambiaron radicalmente.


- ¿Y tú no sientes envidia? - Hizo una pausa breve, y miró a los ojos de su amigo en busca de una respuesta.
- ¿De quién?
- De Holly por ejemplo -volvió a mirar hacia la ventana, deteniéndose en una nueva persona- Nunca la he visto llorar, o preocuparse por algo importante. Hace siempre el mal o lo incorrecto y en cambio el el todo poderoso la beneficia con amor. O tú, realmente nunca fuiste un buen amigo. Pero es envidia sana, no tienes de qué preocuparte.


Hugo paró, lo comprendía todo. Después de dejarla tirada iba a ayudarla, en cambio después de abandonarla ella siguió detrás de él. Se portó mal con una infinidad de personas, Holly no respetaba los sentimientos y Damara criticaba demasiado, pero recibían todo lo que la vida te puede dar. En cambio para Anouk todo el mundo era especial y único y se merecía oportunidades nuevas, y la vida le trataba cada vez peor.




Pasó una semana, la casa estaba quedado resplandeciente,  y el teléfono de Anouk sonó. Y sí, era Teo, Anouk tenía vagos recuerdos de habérselo dado, pero aún así estaba encantada de conversar con él.

- ¿Quién es?
- Teo, un chaval que me presentaron hace una semana. Es bastante majo y muy formal la verdad.
- Ahora querida te puedo decir si que tengo envidia, envidia sana y sé lo que sientes.
- ¿De Teo...?
- Él te dará todo aquello que yo me perdí,que no te puede dar por rechazar tus miedos, tus preocupaciones.

Anouk se calló y continuó pintando la pared de su habitación.-Dicen Hugo, que el que calla otorga.- después de aquella frase, Hugo sintió como su corazón se encogía.

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