Fermín echó el rancio humo del tabaco por la nariz, se acicaló la fina trenza y continuó fumando.
-Entonces qué...¿te vienes a Sevilla?- dijo Fermín apoyando los codos en las rodillas.
-¡Y qué hago yo en esa condenada ciudad! Ruffy se nos escapa...-suspiró- Que yo te quiero... y mucho.
Comenzó a arrancarse una costra de la nariz y de vez en cuando cerraba fuertemente los ojos a causa del dolor.
-¡Que asco! Ni que me estuviera hurgando la nariz- Y de repente sonaron las fuertes carcajadas que solo se escuchaban cunado estaban con él.
Antes de que se diera cuenta sus vaqueros ya tenían pequeñas manchas de sangre. Fermín se colocó delante de ella, sacó un pañuelo y secó su nariz.
Maica estrechó su cuerpo con el de Fermín fuertemente y se echó a llorar con toda la fuerza de sus pulmones por primera vez en su vida.
Hola!(:
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