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El amor se riega todos los días

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En el nirvana, El séptimo cielo, Heard & McDonald Islands
RÍE. LLORA. AMA. VIVE. Republicana, progresista y romántica por excelencia. Fuerte sentimiento de la justicia. Divino desastre pálido y frío. Creo en el destino, en la educación al pueblo y en el cambio. "Sapere aude."

miércoles, 16 de marzo de 2011

"Locos"

Aquella sensación peliaguda que recorría desde la punta más fina de los dedos de los pies hasta el final de la raíz de su rubia cabellera, abrió los ojos de Carlitos.
A medida que contemplaba la habitación, más se abría sus ojos. Las paredes blancas, una cama tras otra con las sábanas de color azul, separadas por cortinillas verdes; aquellas almohadas demasiada altas y a su a vez demasiado blandas.
Todo en aquel lugar era espeluznante y sin embargo lo último que recordaba era sentado en el sillón de mimbre, escuchando canciones de los sesenta y tragándose una pastilla tras otra hasta terminar en aquella habitación.
Había una posibilidad entre un millón que estuviera en un manicomio. Decidió levantarse, sabía que podía hacerlo por mucho que las piernas le temblasen. Desnudó la ventana poco a poco. Podrían haber más personas y con el mínimo ruido despertar a todos y no era un buen momento para meterse en problemas.
Ante él se extendía un gran y risueño parque, donde cientos de enfermeras y enfermeros llevaban de paseo a "locos" y algunos "locos sueltos". Todo estaba bien. No es que fuera su sitio, ni si quiera se consideraba un "loco", pero aquel mundo parecía tan maravillo... Haría lo que quisiera cunado quisiera, ¿por qué no? Por algo estaba allí. Quizás la idea de "loco" no sería tan mala.

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