Mis niños

El amor se riega todos los días

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En el nirvana, El séptimo cielo, Heard & McDonald Islands
RÍE. LLORA. AMA. VIVE. Republicana, progresista y romántica por excelencia. Fuerte sentimiento de la justicia. Divino desastre pálido y frío. Creo en el destino, en la educación al pueblo y en el cambio. "Sapere aude."

jueves, 21 de julio de 2011

¿Otra vez? ¡No, por favor!

Y allí estábamos Teo y yo, otra vez, hablando de su nueva novia... Solo decía que si era una mujer bonita, callada y comprensiva... ¡Incluso llevaba una foto de ella en la cartera!
Mientras yo escupía las pepitas de la sandia contra el plato. Fue la primera vez en mi vida que me hubiera gustado tener en mi plato la cabeza de una persona para escupirle pepitas.

No me molestaba tomar café con Teo, no me importaba oler su agradable desodorante, no me molestaba que me hablara de las continuas discusiones familiares, sí me molestaba que me hablara de su nueva novia. No la quería tanto como a otras, únicamente adoraba como era ella cuando estaba con él, me decía. ¿Y yo? ¿Dónde quedaba yo? Yo quería, no, amaba a Teo y él me amaba a mí. Y lo único que hizo fue meter su mano en mi, coger mi corazón, arrancarlo, masticarlo hasta la mitad y luego devolverlo, sin importarle lo mal que me sintiera después.
Ya no era como otras veces en las que sentía como mi corazón dejaba de latir.

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