Ni contigo, ni sin ti.

Lo peor no es perder. Lo peor es no luchar. Y yo; luché y mucho.

Ni mal, ni bien; quizás indiferente. Puede que sienta las mariposas en el estómago han pasado a ser abejas africanas, mas bien, como si toda el enamoramiento estuviera rodeado de una pompa de jabón que con el roce tuyo, mío, de este, de aquel y del mas allá; explotó.

No seré lo mejor que busques, solo quiero que mires mas allá de tus narices y que pienses que nadie se preocupará por ti de la manera que he hecho y estoy haciendo yo.

Sé que esto pasaría, tarde o pronto, yo conocía la respuesta, pero luché demasiado como para que dejemos así las cosas. No permitas que esto termine así, reflexiona, por ti.

Porque en algún momento uno de los, o los dos; querremos dejarlo todo. Pero te garantizo que si no te pido que seas mío me arrepentiré durante el resto de mi vida; porque sé en los más profundo de mi ser que estás hecho para mí.
Y en algún otro momento antes de pasar a estar borracho, vas a decidir que es hora de ser honesto con todos.