tráigame su corazón roto

-Deme su corazón roto- dijo la Gorrión cuando se arrimó al calorcito del nuevo chico. Miró sus mangas destrozadas que guardaban dolor. Dolor que vio antes del amanecer. -Tráeme su cansancio- Aquel cansancio de las peleas del bar, aquel vidrio y aquella madera clavada en su piel. Veía como la sangre corría desgastada por los nudilos del nuevo chico. -Tráeme esos ojos y te mostraré donde se encuentra el verdadero carácter. Un carácter constante y compasivo por cada pérdida- se mojó sus desgastados labios y le miró aquella corriente dentadura- Que le jodan a los blanqueadores de dientes, a los juegos falsos. A los anuncios con cuerpos perfectos, a la televisión y a Hollywood. No quiero mostrarte mi belleza sino es de la forma más pura. No está ni Internet, ni en la televisión ni en una revista. -cerró sus lagrimosos ojos y sonrió- Antes fui dueña de todo y ahora, no soy dueña de nada.