Mis niños

El amor se riega todos los días

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En el nirvana, El séptimo cielo, Heard & McDonald Islands
RÍE. LLORA. AMA. VIVE. Republicana, progresista y romántica por excelencia. Fuerte sentimiento de la justicia. Divino desastre pálido y frío. Creo en el destino, en la educación al pueblo y en el cambio. "Sapere aude."

miércoles, 5 de marzo de 2014

El sonido de la caricia

Aquí estaba Gorrión, con el alma carcomida y aquí estaba la boca que se abría, esa boca rosa de niña pequeña que coloreaba con colorete y su aliento débil que se escapaba entre esos labios tan tiernos.
Esa boca pálida que se moría por dar un beso al hombre, preferentemente de nariz singular y de cuerpo cuyo olor la transportara a los tiempos salvajes, como  si un bosque habitase dentro los cuerpos.

Enseñando las vergüenzas cantaba, cogida de su mano, haciendo de la voz un manto que cubría el rincón más pesimista del hogar. Era timorata, indecisa, temerosa, de ningún modo como las otras, de cabellos largos dorados y la pulpa nívea veteada de azul, y el cuerpo metamorfoseado de niña a mujer.  Ese cuerpo decía que hubiese sido el gozo entre los brazos de quien supiera tasarlo, ese cuerpo mutilado que decían que dotaba de belleza extraordinaria...

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