Mis niños

El amor se riega todos los días

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En el nirvana, El séptimo cielo, Heard & McDonald Islands
RÍE. LLORA. AMA. VIVE. Republicana, progresista y romántica por excelencia. Fuerte sentimiento de la justicia. Divino desastre pálido y frío. Creo en el destino, en la educación al pueblo y en el cambio. "Sapere aude."

jueves, 26 de junio de 2014

Los sexos unidos y tibios.

¿Queda todavía espacio para el amor de verdad? Vivimos en un mundo apresurado, monótono, acaparador, donde nos creemos el ombligo del mundo y en ese mundo hemos abandonado al amor verdadero. Ya no quedan amores de Romeo y Julieta, ni hombres realmente caballerosos ni mujeres jodidamente femeninas; nos hemos quedado con amores de una sola noche (y digo amores por decir porque ni son amantes ni sienten nada).

Hubo tiempos mejores para el amor que el siglo veintiuno cuando se decía te quiero era puro y sincero, no había (o no fue tan habitual como hoy) te quiero eventuales, caprichosos o codiciosos. Hombres que regalaban flores y mujeres que se sonrojaban al besarlas, amantes que se daban entonces como bestias frenéticas y  largas despedidas acompañadas después de largos extraños con dolores que hasta doler respiraba.

Pero qué sabré yo de hombres que regalaban flores o de mujeres jodidamente femeninas si quizás yo haya sentido mucho tanto como para que me duela la piel, pero sin enamorarme de verdad...

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