Vivir en un holograma contigo.

Pasas una instantánea y ves a parejas de dos en dos como si fueran insecto buscando polinizar, como si se conocieran antes de nacerse, que es lo que nos quieren hacer creer porque (tú sabes, tú ves la realidad como yo, amor. Tú sabes mirar al mundo como lo veo yo) les ves ignorantes y te preguntas si lo que ves es real o no. Si siempre es así o si mañana ya no será así.

Tú ves vestidos de alta costura pasar, los ves como yo los veo. Ves que hay en el interior, como nos quieren hacer creer que son de alta costura cuando están fabricados en China, pero cada monograma que junto para intentar explicarte lo que siento es real. Cada vestido que fabrico con su cada puntada, sus pespuntes, sus cosidos y con su cada sencilla costura es imperial. Se van confeccionando en algo cómodo, seguro, bueno. Porque a ti, amor (mi amor, mi Patata bonita de la huerta), te hago todo con la mejor seda del mundo, seda que viene de cada cabello mío dorado y de cada lunar que he deshilvanado de mi piel para ti.

Porque por ti, amor, me cambiaría el corazón para que el tuyo hiciera un bumbum bumbum siempre sano.

Porque cada fotografía a tu lado, amor; mi amor, es real.