Me sumerjo a tus ojos de vista imperfecta. Buceo por anatomía ajena. Observando al paisaje que sólo yo puedo ver. Buceo y me encuentro tu boca. Llave al universo. Boleando besos. Me topo con la voz que me arropa, un torso con mordiscos. Con tus manos que son templo. Tomo el sol en el lunar de tu cuello.
Veo atardecer en tu abdomen. Me enredo en las pelusas de tus piernas. Me hago un ovillo en tu costado. Sobre el paisaje mi carne es liturgia.
Yo el bosque, tú la savia.
No conozco más que aquel cuerpo, pero hay música en tu anatomía. Músicaquesecreeola y me lleva contracorriente pero es leve como una polilla. Música naciente cuando digo te quiero cuánto
cómo
y de qué modo.
cómo
y de qué modo.
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